domingo, 1 de abril de 2012

Guardiola: filosofía de una obra de arte.


Antes de 2009, cuando en una discusión futbolera se aplicaba el método “cerrar partidos”, podían generarse millones de polémicas. La filosofía del fútbol llegaba a niveles extraterrestres en cuanto a las diferentes interpretaciones de lo que significaba ‘cerrar un partido’.

En ésta discusión, había intérpretes que consideraban que para cerrar un partido a su favor, es decir, mantener la ventaja en el marcador sobre el rival, era acumular bastiones defensivos y mantener, en base a la última línea, una férrea solidez en el fondo. Otros, consideraban que para cerrar los encuentros, había que ir al ataque constantemente en búsqueda de una ventaja aún mayor, para en consecuencia, tener mayor tranquilidad. Pero bien, ¿cómo es lanzarse al ataque en búsqueda de una nueva conquista que amplíe la diferencia entre el conjunto ganador y el conjunto perdedor? Así, se podían estar horas y horas debatiendo entre diferentes posturas.

31 de Agosto '08: Numancia 1 - 0 Barcelona.
Josep Guardiola debuta como Entrenador del primer equipo.
El 31 de Agosto de 2008, en el campo del Numancia, Josep Guardiola debutó como entrenador del primer equipo del Fútbol Club Barcelona. La caída por 1 a 0 hacía presagiar que el rumbo del Barça era desconocido, ya que desde el fin de la reciente ‘era Rijkaard’ el conjunto culé no encontraba un rendimiento satisfactorio como en 2005 con el mejor Ronaldinho. Las figuras del Barça campeón de Europa 2005 estaban en un bajo nivel, y la llegada de Guardiola les abrió la puerta de salida a jugadores de la talla de Deco y Ronaldinho. Ahí nomás de irse en ese primer año estuvo Eto’o, que lo haría al siguiente.

Pep llegaba con la idea de generar una re-revolución. La escuela del mismo Barcelona, descendente de Cruyff , había sido suficiente influencia para Guardiola. Técnico adentro de la cancha, decidió irse del Barça antes de retirarse para intimar con las diversas culturas futboleras del mundo. Italia, México y Qatar fueron los destinos del ‘4’ catalán.

Las preguntas de la discusión mencionada al principio de éste intento de análisis, se convierten en retóricas desde que la metodología de Guardiola comenzó a funcionar. Hoy, tras casi 4 años de aquel verano/otoño de 2008, se pueden encontrar miles de puntos de partida. Éste ‘fulbolero’ cree que el ‘Nacimiento del juego Guardiolista’ comenzó con la goleada en Gijon, ante el Sporting, por 6 a 1 en la tercera jornada de aquella Liga. Seguramente, la de Gijón, no sea la goleada más mediática de la era Guardiola; pero es, siempre bajo la subjetividad, el inicio de éste ciclo monstruoso: goleador, letal y hermoso.

En aquella temporada, las goleadas no fueron pocas. Málaga, Deportivo La Coruña, Atlético de Madrid, Valladolid y hasta el mismísimo Real Madrid fueron algunos de los que sufrieron de a 6 goles. La frutilla del postre fue la victoria clásica, dando una lección de vitalidad mental y futbolística, poniendo los principios de su filosofía futbolera sobre el tapete a la hora de definir un título. La capacidad goleadora de Messi incrementada, con el toqueteo extraordinariamente eficaz del mediocampo, la defensa… el equipo entero, en sí.


Guardiola y el premio de mejor entrenador del Mundo.
El final del 2009 encontró a Guardiola bajo el dominio del mundo futbolero en cuanto a títulos. Campeón de todo, de una manera extraordinaria. Lineas juntas, defensas que situaban su sector de juego más cerca de la luna central, que del área propia; presión extrema y asfixiante, y sobretodo, una posesión de pelota impresionante y dominadora.

“Al fútbol se juega con una sola pelota, y siempre la tiene el Barcelona” fue una frase expresada en más de una ocasión por entrenadores rivales que acababan de ser extremadamente superados en el campo de juego.

El Barcelona, a final de aquel año, se situaba entre los mejores equipos de la historia. Ganador de todo. Champions League, Liga de España, Supercopa Europea y Española, Copa del Rey y Mundial de Clubes. Siempre de la misma manera, siempre con el mismo método: la pelota, es blaugrana; la pelota, se le da al compañero.

Tras el frio verano de 2010, Guardiola demostró su mano mágica como nunca antes lo había hecho en corta trayectoria de entrenador. Si bien había miles de cosas que interpretaba el equipo, pensadas exclusivamente por Guardiola, en el ambiente mediático todavía no se veía al entrenador como el mayor responsable de aquella faena, sino a la calidad de sus jugadores.

El cambio de posición de Messi en la cancha, le otorgó al equipo no sólo más calidad sino también, mucha más letalidad a la hora de mirar el arco contrario. Guardiola decidió colocar al Argentino como número 9, tratando de que ‘La Pulga’ cumpliera en alguna oportunidad, la función de enganche. Hasta aquel momento, el media punta siempre había actuado como extremo derecho, para quedar de frente al arco. La idea del entrenador potenció la calidad goleadora y táctica de Messi, que más que nunca hacía valer su rol de ‘mejor jugador del mundo’.


Guardiola y la pelota.
El final de aquella temporada mostró a un Barcelona impactante en Liga, obteniendo 99 puntos, tres más que el Real Madrid versión galáctica 2.0; aunque la exquisitez del juego seguía siendo alta, con grandes goleadas presentes en éste año (como en todos desde que Guardiola es entrenador): Athletic Bilbao, Atlético de Madrid, Zaragoza fueron otros equipos que seguían sufriendo el estilo Pep.

Desde la subjetividad, creo que aquella temporada no fue desde lo estética y lo futbolístico, tan redituable como la siguiente. Si bien en la temporada 2009/10 el Barcelona fue campeón de Liga, campeón de Supercopa española, campeón del Mundo, campeón de Supercopa europea y semifinalista de Champions League (2-3 en el global ante el Inter de Mourinho), la estética de la temporada siguiente fue impactante. El alto nivel de Xavi e Iniesta –que participó poco del primer tramo de 2010- y la incorporación de David Villa para potenciar el ataque tras la salida de Ibrahimovic le dieron el semblante espectacular a Messi para ser el mejor delantero del mundo en cuanto a números.

El Barcelona, en la temporada 2010/11 volvió a ser temible. Temible en todo punto de vista. El tridente MVP (Messi – Villa – Pedro) resultaba letal para toda defensa rival, europea o española, daba lo mismo. El toqueteo entre el medio campo transformaba al equipo en el dominador absoluto de uno y cada uno de sus partidos. La presencia de Dani Alves como un integrante más del ataque por derecha, más la claridad de pase que el conjunto adquiría con Iniesta y Xavi, sumada a la capacidad goleadora del trio mencionado anteriormente eran lo que montaban al conjunto catalán en lo más alto del mundo futbolístico. Campeón de Liga (por tercer año consecutivo), Campeón de Champions, Subcampeón de Copa del Rey, Campeón de Supercopa España 2010 y 2011, Campeón de Supercopa Europea 2011, y nuevamente campeón del mundo en 2011. En cada una de las competiciones existieron goleadas y actuaciones destacadísimas, sobretodo en partidos importantes como en el 5-0 por Liga ante el Real Madrid en Camp Nou, y el 3 a 1 en la final de Champions ante Manchester United –otorgando una sinfonía futbolística que sitúa a aquella actuación entre uno de los mejores ejemplos de lo que significa la posesión de pelota y el ataque mezclados en una misma acción- como también aquellos encuentros en los que se veía obligado a ganar: Almeria 8 a 0 como visitante, Sevilla 5 a 0 como local, también ‘manita’ ante la Real Sociedad en Barcelona, el clásico catalán ante el Espanyol 5 a 1 en Cornellà-El Prat o el 5 a 1 al Copenaghe por la fase de grupos de la Champions.

El comienzo de la temporada actual, la cuarta de Guardiola al mando del equipo, no mostró demasiados cambios en cuanto al juego con respecto a la anterior. Sí a la variante táctica. La polifuncionalidad de Mascherano, le otorga a Pep la posibilidad de improvisar diversos esquemas tácticos para juntar a los ‘toquetones’ en el medio, obtener mayor posesión de pelota, por ende más dominio del juego y transformar ese dominio en goles. Por lo menos así lo demostró en la finalísima del Mundial de Clubes ’11: 4 a 0 a Santos en Japón, con un baile impresionante y un dominio de posesión impecable y superior.

"Silencio, genio pensando"
Si uno analiza detalladamente todos los años de Guardiola como DT del Barcelona, podrá encontrar en cada uno de los equipos, diversas asociaciones entre los jugadores: Xavi – Iniesta – Messi es el triplete que es sinónimo de cada una de las campañas. En la primera también estaban los pequeños grupos sectoriales: Messi – Eto’o – Henry como también Messi – Dani Alves por la franja derecha. En la segunda temporada, además de los grupitos mencionados anteriormente, se sumaba la capacidad goleadora absolutamente extraordinaria de Messi. Esa capacidad, formaba una nueva fórmula de ataque: Equipo - Messi // Messi - Equipo. Desde el encuentro en 'La Romareda' ante el Zaragoza en el cual Lionel brilló jugando como 'falso 9', el Barça encontró una nueva forma de desagotar al rival cuando éste lo complica en demasía: jugar para Messi. La capacidad goleadora del 10, le ha destrabado más de un partido complicado al conjunto culé. De hecho, que La Pulga haya superado a Cesar como máximo goleador de la historia del Barcelona, se debe al cambio táctico que realizó Pep con el argentino. 

Otros sinónimos, además de la posesión son: el achique constante de parte de sus defensas, la presión constante y grupal desde los delanteros y la capacidad goleadora de Messi en cada uno de los torneos. Salvo para éste último ítem, para los otros dos puntos es primordial un desarrollo físico impecable, que también es conseguido en una y cada una de las campañas bajo el mando de Pep.

En la biblia del entrenador del Barcelona, también se encuentra un pequeño defecto. El lapso invernal de enero-febrero, es un reto a batir en las cuatro campañas. Enero es, sin dudas, uno de los mayores enemigos del ciclo Guardiola. Su equipo merma físicamente, y es en donde baja su potencial, transformándose en un equipo más de la tierra: superior a los demás, pero que puede perder. A fines de Febrero, por lo general, comienza el alza física y de su mano la futbolística, para cerrar el año a un nivel altísimo de juego. Justo para cuando los torneos suelen definirse.

Otro argumento fundamental a la hora de intentar generar una descripción mayor del entrenador del Barcelona, es el convencimiento del equipo. Ante el Real Madrid, en el partido correspondiente a la Liga de ésta temporada, Victor Valdés se equivocó a la hora de salir jugando desde abajo, lo que le permitió al conjunto ‘merengue’ adelantarse en el marcador a través de Benzema. Lejos de sacarse el problema de encima, Victor Valdés volvió a salir jugando en la siguiente acción. El Real Madrid siguió insistiendo en la presión alta, sobretodo en los primeros 40 minutos, pero el espíritu del Barcelona logró imponer su idea. Victor Valdés, Puyol y Piqué eran los encargados de sacar al equipo desde el fondo, sumándose Busquets para acelerar la distribución.

Guardiola: La sencillez como máxima belleza
El espectacular ciclo de Guardiola en la conducción técnica del Barcelona, además de títulos deportivos, dejó varias lecciones al mundo del fútbol. El catalán logró armar una verdadera obra de arte, transformando a un gran Barcelona en el mejor equipo de todos los tiempos. Éste último mérito, no lo consiguió a través de los títulos obtenidos, sino a la filosofía de juego. Esa filosofía que se intenta transmitir en el ‘clan Barça’ desde el entrenador de la primera división, hasta el último asistente técnico de divisiones infantiles. Esa filosofía, que transformó al Barça en un estilo. La re-revolución holandesa. La del toque, la posesión y el buen juego. La que, con la efectividad del Barça, logra cerrar partidos. 

Ditulis Oleh : Lucas Solís Nicolaevsky // 0:36
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