viernes, 4 de mayo de 2012

Mourinho: Técnico de títulos [versión II]


Ya está. Se terminó. Con el 0-3 de éste miércoles, el Real Madrid ha conseguido su segundo título desde que José Mourinho está al mando del primer equipo. Éste, un poco más importante que el primero (NdeR: Copa del Rey, aunque con el aliciente de ganarle la final al Barcelona de Guardiola), no sólo por la importancia de La Liga, sino también por el estilo futbolístico de éste Madrid.

La pelota, siempre cerca.
Si se analiza al Real Madrid de ésta Liga 2011-12, se verá en él un equipo a lo José Mourinho. De un área a la otra. En una y cada una de las líneas, se van a encontrar detalles de éste fantástico entrenador portugués. Son ellos –los detalles-, los que han logrado que José Mourinho sea el entrenador más exitoso a nivel global que tiene éste deporte.

Catalogar a Mourinho como el ‘entrenador más exitoso ‘ del mundo no es ninguna exageración. La competencia con Guardiola, es un párrafo aparte en ésta argumentación. El portugués, tiene en su vitrina personal la medalla de campeón de los torneos más importantes del mundo. Ligas locales, copas nacionales y continentales. Una colección entera de trofeos de todos los tamaños. Le faltaba uno, y lo consiguió: la Liga Española.

Por lo general, lo que más se le critica a José Mourinho es su personaje fuera de las canchas, y sus planteos ajedrecistas con cierto aspecto defensivo dentro de las mismas.

Mourinho y el capitán Casillas;
otro responsable de ésta Liga .
Ésta campaña en el Real Madrid, lejos estuvo de ocultar sus dotes de estratega. Innovó en diferentes partidos buscando el resultado más que el buen juego, aunque cuando el contexto se lo permitió, también demostró que sus equipos suelen ser demoledores en la delantera. Quizá, la defensa nunca terminó de convencerlo, aunque luego de cambiar posicionalmente a Sergio Ramos ésta haya mejorado muchísimo.

Los balones aéreos y los contragolpes terminaban atentando en muchos casos contra el funcionamiento del equipo. Si no eran las pelotas paradas, eran las contras que agarraban mal parado al equipo, dejando al delantero rival en más de una ocasión frente a frente con Casillas. El rendimiento del arquero también fue bajo en algún tramo de la temporada, y eso también iba en contra de la misión de mantener la valla en cero; aunque en los ‘partidos importantes’ se lució como siempre cuando el Mou-team lo necesitó.

Sin embargo, las desatenciones defensivas no atentaron contra el nivel del sector ofensivo. Xabi Alonso se transformó definitivamente en el eje que el Madrid aguardaba. Si bien el mediocampista siempre tuvo un rendimiento positivo en las dos temporadas desde que arribó al club, la de éste año fue especial. Su pegada y pensamiento se transformaron en un filtro de cada ataque merengue para hacer más limpia la jugada. De ello, además de los pasadores adelantados (Kaka’, Özil y Di María en varios casos), los que se vieron favorecidos fueron los tres delanteros netos del equipo. Cristiano Ronaldo, Benzema e Higuaín, fueron los principales beneficiados de la visión ultra-precisa del ex Real Sociedad.

Los delanteros fueron una máquina intratable de convertir goles. Entre los tres, hasta la actualidad (treinta y seis partidos jugados) convirtieron 86 goles en Liga y ¡¡116!! en toda la temporada, incluyendo Copa del Rey, Supercopa de España, Champions y Liga. Sin duda, una marca impresionante, que derriba a cualquier defensa del fútbol mundial.

Mourinho, un tipo común.
El funcionamiento ofensivo del equipo de Mourinho, es algo más que destacable. Desde que llegó al club, el portugués ha conseguido su mejor promedio personal de goles por encuentro: 2,74 es el número. Ésta temporada, ha sido espectacularmente magnífica: su equipo en Liga consiguió 115 goles en los 36 partidos, en Champions marcó 35 tantos en 12 encuentros y finalmente por Copa del Rey consiguió 14 conquistas en 6 disputas. Los promedios son increíbles: por Liga el número supera los tres goles, alcanzando los 3,194 por encuentro; en Champions besa los tres goles por partido, quedando en 2,916 y en Copa llega a los 2,333. En total, el promedio es de 2, 645 de conquistas por partido. Uno y cada uno de estos promedios, supera a toda la carrera de Mourinho, que es de 2,007 por haber conseguido 1136 goles en 566 encuentros dirigidos.

Con la temporada que está llegando a su final, se ha podido derribar finalmente un famoso mito: ‘Mourinho es un técnico defensivo’. Si bien es cierto que en diversos partidos importantes, sus equipos han privilegiado el cero en su propia meta que el gol en el arco rival (el más recordado, aquel 1-0 del Barcelona en Cataluña que le permitió al Inter versión 2010 acceder a la final de la Champions League), éste año futbolístico ha ocurrido en pocas ocasiones.

Por lo general, en todos los partidos, ‘el equipo de José’ fue en búsqueda del arco rival. Lo que se terminó reflejando claramente en los números. Kaka’, Özil, Di María, Cristiano Ronaldo, Higuaín, Callejón y Benzema, han visto más acción que los Altintop, Diarra y Sahin –aunque éste último tenga diferentes características que los dos primeros-; lo que reflejó que Mourinho pensaba más en el arco rival que en el propio.

Ronaldo y Mourinho:
dos responsables de la gran 2011/12.
Pero para el público general, lo más importante de ésta temporada fue el rival. Haberle ganado la Liga al Barcelona, llevándose un triunfo del mismísimo Camp Nou, vale mucho más que cualquier número. Yendo al análisis netamente futbolero, en los encuentros de éste año, la superioridad catalana de años anteriores no quedó tan expuesta. Ya en la Supercopa Española, el conjunto merengue demostró intentar afrontar los partidos desde la igualdad y no con inferioridad. Sólo en el encuentro de la primera ronda de la Liga, en el Bernabéu, el Barça se mostró más fuerte que el Madrid desde lo futbolístico y mental. El triunfo en Camp Nou en la revancha liguera, demostró la evolución del equipo de Mourinho desde todo punto de vista, pero sobretodo, desde lo mental.

En diferentes partidos, una vez que el Madrid encontraba la ventaja, la proximidad a la victoria parecía generarle un temor psicológico que igualaba automáticamente el encuentro, y que luego no se podía revertir. La ida de la Copa del Rey, la Supercopa y la ida de la Liga, son los mejores ejemplos. Una vez que el Barcelona llegaba a la igualdad, generalmente en una jugada aislada, el equipo se caía mentalmente y lo trasladaba a su juego.

Silencio; genio pensando.
En Camp Nou, eso no sucedió. Tras ponerse en ventaja antes de los quince minutos iniciales, como en la mayoría de los partidos mencionados anteriormente, intentó defender su triunfo. El equipo catalán llegó a la igualdad, y tras ello, el Madrid lejos de quedarse estancado dentro del campo de juego, fue por la segunda conquista que le permitiese asegurar la Liga. Lo consiguió al poco tiempo, a través de un pase impresionante de Özil y una gran definición de Cristiano Ronaldo ante la salida apresurada de Víctor Valdés.

Volviendo al entrenador, además de cambiar su imagen de ultra-defensivo, volvió a demostrarle al mundo que es un técnico más que ganador. El altísimo promedio de gol, la funcionalidad de su equipo en la faceta ofensiva a lo largo de todo el torneo, y sus muñequeos ante momentos culmines lo volvieron a posicionar como uno de los mejores –sino el mejor- entrenador de éste planeta.


El futuro, con el final de su carrera, contará la definitiva historia de éste personaje plenamente futbolero. El futuro también, dirá si fue el encargado de llevar la décima al Bernabéu y de hacer delirar a una afición que está acostumbrada a brindar con champagne casi todos los finales de temporada. 

Ditulis Oleh : Lucas Solís Nicolaevsky // 18:27
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