Antes de 2009, cuando en una discusión futbolera se aplicaba
el método “cerrar partidos”, podían generarse millones de polémicas. La
filosofía del fútbol llegaba a niveles extraterrestres en cuanto a las
diferentes interpretaciones de lo que significaba ‘cerrar un partido’.
En ésta discusión, había intérpretes que consideraban que
para cerrar un partido a su favor, es decir, mantener la ventaja en el marcador
sobre el rival, era acumular bastiones defensivos y mantener, en base a la
última línea, una férrea solidez en el fondo. Otros, consideraban que para cerrar
los encuentros, había que ir al ataque constantemente en búsqueda de una ventaja
aún mayor, para en consecuencia, tener mayor tranquilidad. Pero bien, ¿cómo es
lanzarse al ataque en búsqueda de una nueva conquista que amplíe la diferencia
entre el conjunto ganador y el conjunto perdedor? Así, se podían estar horas y
horas debatiendo entre diferentes posturas.
31 de Agosto '08: Numancia 1 - 0 Barcelona. Josep Guardiola debuta como Entrenador del primer equipo. |
El 31 de Agosto de 2008, en el campo del Numancia, Josep
Guardiola debutó como entrenador del primer equipo del Fútbol Club Barcelona.
La caída por 1 a 0 hacía presagiar que el rumbo del Barça era desconocido, ya
que desde el fin de la reciente ‘era Rijkaard’ el conjunto culé no encontraba
un rendimiento satisfactorio como en 2005 con el mejor Ronaldinho. Las figuras
del Barça campeón de Europa 2005 estaban en un bajo nivel, y la llegada de Guardiola
les abrió la puerta de salida a jugadores de la talla de Deco y Ronaldinho. Ahí nomás de irse en ese primer año estuvo Eto’o, que lo haría al siguiente.
Pep llegaba con la idea de generar una re-revolución. La escuela
del mismo Barcelona, descendente de Cruyff , había sido suficiente influencia
para Guardiola. Técnico adentro de la cancha, decidió irse del Barça antes de
retirarse para intimar con las diversas culturas futboleras del mundo. Italia,
México y Qatar fueron los destinos del ‘4’ catalán.
Las preguntas de la discusión mencionada al principio de
éste intento de análisis, se convierten en retóricas desde que la metodología
de Guardiola comenzó a funcionar. Hoy, tras casi 4 años de aquel verano/otoño
de 2008, se pueden encontrar miles de puntos de partida. Éste ‘fulbolero’ cree que el ‘Nacimiento del
juego Guardiolista’ comenzó con la goleada en Gijon, ante el Sporting, por 6 a
1 en la tercera jornada de aquella Liga. Seguramente, la de Gijón, no sea la
goleada más mediática de la era Guardiola; pero es, siempre bajo la
subjetividad, el inicio de éste ciclo monstruoso: goleador, letal y hermoso.
En aquella temporada, las goleadas no fueron pocas. Málaga,
Deportivo La Coruña, Atlético de Madrid, Valladolid y hasta el mismísimo Real
Madrid fueron algunos de los que sufrieron de a 6 goles. La frutilla del postre
fue la victoria clásica, dando una lección de vitalidad mental y futbolística,
poniendo los principios de su filosofía futbolera sobre el tapete a la hora de
definir un título. La capacidad goleadora de Messi incrementada, con el
toqueteo extraordinariamente eficaz del mediocampo, la defensa… el equipo
entero, en sí.
Guardiola y el premio de mejor entrenador del Mundo. |
“Al fútbol se juega con una sola pelota, y siempre la tiene
el Barcelona” fue una frase expresada en más de una ocasión por entrenadores
rivales que acababan de ser extremadamente superados en el campo de juego.
El Barcelona, a final de aquel año, se situaba entre los
mejores equipos de la historia. Ganador de todo. Champions League, Liga de
España, Supercopa Europea y Española, Copa del Rey y Mundial de Clubes. Siempre
de la misma manera, siempre con el mismo método: la pelota, es blaugrana; la
pelota, se le da al compañero.
Tras el frio verano de 2010, Guardiola demostró su mano
mágica como nunca antes lo había hecho en corta trayectoria de entrenador. Si
bien había miles de cosas que interpretaba el equipo, pensadas exclusivamente
por Guardiola, en el ambiente mediático todavía no se veía al entrenador como
el mayor responsable de aquella faena, sino a la calidad de sus jugadores.
El cambio de posición de Messi en la cancha, le otorgó al
equipo no sólo más calidad sino también, mucha más letalidad a la hora de mirar
el arco contrario. Guardiola decidió colocar al Argentino como número 9,
tratando de que ‘La Pulga’ cumpliera en alguna oportunidad, la función de
enganche. Hasta aquel momento, el media punta siempre había actuado como
extremo derecho, para quedar de frente al arco. La idea del entrenador potenció
la calidad goleadora y táctica de Messi, que más que nunca hacía valer su rol
de ‘mejor jugador del mundo’.
Guardiola y la pelota. |
Desde la subjetividad, creo que aquella temporada no fue desde lo estética y lo futbolístico, tan redituable como la siguiente. Si bien en la temporada 2009/10 el Barcelona fue campeón de Liga, campeón de Supercopa española, campeón del Mundo, campeón de Supercopa europea y semifinalista de Champions League (2-3 en el global ante el Inter de Mourinho), la estética de la temporada siguiente fue impactante. El alto nivel de Xavi e Iniesta –que participó poco del primer tramo de 2010- y la incorporación de David Villa para potenciar el ataque tras la salida de Ibrahimovic le dieron el semblante espectacular a Messi para ser el mejor delantero del mundo en cuanto a números.
El Barcelona, en la temporada 2010/11 volvió a ser temible.
Temible en todo punto de vista. El tridente MVP (Messi – Villa – Pedro)
resultaba letal para toda defensa rival, europea o española, daba lo mismo. El
toqueteo entre el medio campo transformaba al equipo en el dominador absoluto
de uno y cada uno de sus partidos. La presencia de Dani Alves como un
integrante más del ataque por derecha, más la claridad de pase que el conjunto
adquiría con Iniesta y Xavi, sumada a la capacidad goleadora del trio
mencionado anteriormente eran lo que montaban al conjunto catalán en lo más
alto del mundo futbolístico. Campeón de Liga (por tercer año consecutivo),
Campeón de Champions, Subcampeón de Copa del Rey, Campeón de Supercopa España 2010
y 2011, Campeón de Supercopa Europea 2011, y nuevamente campeón del mundo en
2011. En cada una de las competiciones existieron goleadas y actuaciones
destacadísimas, sobretodo en partidos importantes como en el 5-0 por Liga ante
el Real Madrid en Camp Nou, y el 3 a 1 en la final de Champions ante Manchester
United –otorgando una sinfonía futbolística que sitúa a aquella actuación entre
uno de los mejores ejemplos de lo que significa la posesión de pelota y el
ataque mezclados en una misma acción- como también aquellos encuentros en los
que se veía obligado a ganar: Almeria 8 a 0 como visitante, Sevilla 5 a 0 como
local, también ‘manita’ ante la Real Sociedad en Barcelona, el clásico catalán
ante el Espanyol 5 a 1 en Cornellà-El Prat o el 5 a 1 al Copenaghe por la fase
de grupos de la Champions.
El comienzo de la temporada actual, la cuarta de Guardiola
al mando del equipo, no mostró demasiados cambios en cuanto al juego con
respecto a la anterior. Sí a la variante táctica. La polifuncionalidad de
Mascherano, le otorga a Pep la posibilidad de improvisar diversos esquemas
tácticos para juntar a los ‘toquetones’ en el medio, obtener mayor posesión de
pelota, por ende más dominio del juego y transformar ese dominio en goles. Por
lo menos así lo demostró en la finalísima del Mundial de Clubes ’11: 4 a 0 a
Santos en Japón, con un baile impresionante y un dominio de posesión impecable
y superior.
"Silencio, genio pensando" |
Otros sinónimos, además de la posesión son: el achique
constante de parte de sus defensas, la presión constante y grupal desde los
delanteros y la capacidad goleadora de Messi en cada uno de los torneos. Salvo
para éste último ítem, para los otros dos puntos es primordial un desarrollo
físico impecable, que también es conseguido en una y cada una de las campañas
bajo el mando de Pep.
En la biblia del entrenador del Barcelona, también se
encuentra un pequeño defecto. El lapso invernal de enero-febrero, es un reto a
batir en las cuatro campañas. Enero es, sin dudas, uno de los mayores enemigos
del ciclo Guardiola. Su equipo merma físicamente, y es en donde baja su
potencial, transformándose en un equipo más de la tierra: superior a los demás,
pero que puede perder. A fines de Febrero, por lo general, comienza el alza
física y de su mano la futbolística, para cerrar el año a un nivel altísimo de
juego. Justo para cuando los torneos suelen definirse.
Otro argumento fundamental a la hora de intentar generar una
descripción mayor del entrenador del Barcelona, es el convencimiento del
equipo. Ante el Real Madrid, en el partido correspondiente a la Liga de ésta
temporada, Victor Valdés se equivocó a la hora de salir jugando desde abajo, lo
que le permitió al conjunto ‘merengue’ adelantarse en el marcador a través de
Benzema. Lejos de sacarse el problema de encima, Victor Valdés volvió a salir
jugando en la siguiente acción. El Real Madrid siguió insistiendo en la presión
alta, sobretodo en los primeros 40 minutos, pero el espíritu del Barcelona
logró imponer su idea. Victor Valdés, Puyol y Piqué eran los encargados de
sacar al equipo desde el fondo, sumándose Busquets para acelerar la
distribución.
Guardiola: La sencillez como máxima belleza |