Messi seguirá siendo el máximo exponente futbolístico de la Selección. |
Argentina es subcampeón del mundo tras caer derrotado por 1-0 ante
Alemania en Rio de Janeiro. El día después de la derrota, deja mucha tela para
cortar y bases donde consolidar el famoso proyecto que reclama la materia prima
en calidad de jugadores con la que cuenta el país.
Ya está. Ya pitó Nicola
Rizzoli decretando el final de una final que resultó amarga. Higuaín ya definió
mal ante el regalo de los alemanes. Ni Enzo Pérez ni el mismo Pipa leyeron el
jugadón de Messi en la primera etapa, cuando la pelota quedó deambulando por el
área pequeña esperando que alguien la mande al fondo de la red. Ya besó el palo
la pelota, luego de que el mejor jugador del mundo resuelva una buena jugada
colectiva que indicaba que Argentina iba por el triunfo en el comienzo del
segundo tiempo. Ya controló mal Palacio, y ya definió peor, ante la salida de
Neuer, tras el gran centro de Rojo. Ya quedaron 15 metros entre Demichelis y
Garay. Ya controló Götze. Ya definió. Ya terminó.
Argentina puede darse el lujo de mirar al resto de las
Selecciones del mundo y decir: “Soy subcampeón del mundo”. Porque es mentira
que semejante rótulo no sea para inflar el pecho. Aunque –seamos buenos-
tampoco es para ir a copar un Obelisco, sin que esto signifique una ingratitud
a un grupo de jugadores que se rompió el alma y tampoco tuvo ganas de ir al monumento más conocido
de la Ciudad de Buenos Aires.
El día después de la dolorosa derrota, además de un sabor
amargo, deja varias certezas. La famosa frase de "la base está" que alguna vez pronunció Héctor Veira puede
aplicarse a esta jornada.
Lo que no se sabe si está, es la cabeza del grupo. Y ese detalle, no es menor.
La continuidad de Sabella está en duda, más por una cuestión de él que por una
conformidad de AFA o del grupo de jugadores. Las voces de los pasillos indican
que en caso de que el entrenador decida dar un paso al costado, su sucesor –o a
quién primero irían a buscar- sería Gerardo Martino. Un DT totalmente distinto,
aunque viendo qué equipo planteó Sabella en la mayoría de los partidos de su
ciclo, tampoco lo es tanto.
Yendo a los nombres propios dentro de la cancha, y pensando
en 2018, también comparando con el pasado, se encuentran “más certezas que
dudas” como bien expresó hoy Javier Mascherano en el recibimiento de la
Presidente de la Nación, Cristina Fernández, en el predio de Ezeiza.
Un equipo con
más titulares que incógnitas
Luego de la etapa de Maradona DT, y analizando “el grupo” que
quedaba conformado tras el Mundial 2010, encontrábamos certezas en el arco, con
la aparición de Sergio Romero; algo
que hoy se repite, tras el buen mundial de Chiquito
y la contundente posibilidad de encontrar continuidad de acá al futuro.
En la línea de 4 que paraba Pelusa, brillaban por su ausencia los laterales, y uno de los dos
centrales pedía renovación. Hoy, a diferencia de aquel entonces, tanto Zabaleta como Rojo han rendido de buena manera en la parte defensiva y han
cumplido con sus corridas en ataque, por lo que los andariveles parecen estar cubiertos. De los centrales, la firmeza de Garay da
certezas por rendimiento, aunque su traspaso al Zenit ruso puede resultar
contraproducente por la poca competitividad que tiene hoy en día la liga del país
organizador del mundial 2018. La edad de Demichelis deja dudas, aunque pensando
en el corto plazo, tranquilamente puede jugar la Copa América del año que viene.
Quizá ese sea uno de los grandes desafíos “del proyecto que se viene”. Encontrar el
central que sea pareja de Ezequiel Garay
para Rusia, teniendo en cuenta que Micho llegaría
–si es que llega- con 37 años. Candidatos, sobran. Para quien escribe, Mateo Mussachio es número puesto. Por
presente, por voz de mando –es uno de los capitanes del Villarreal, con apenas
23 años- y por futuro. Su salto a un club de mayor jerarquía parece inminente,
y darle la chance no sería descabellado. Otro nombre que allí puede figurar es el
de Federico Fazio, de 27 años, que actualmente juega en Sevilla, también
destacándose. Nicolás Otamendi, que estuvo en la lista de 30 y quedó afuera de
la definitiva en el último recorte, seguramente también estará entre los
posibles candidatos que elija el entrenador.
El emblema del equipo en Brasil 2014 resultó Javier Mascherano. Sin problemas para llegar a
la Copa América, su edad (30) abre un signo de interrogación de cara a 2018. Lucas
Biglia, de notable mundial, puede tomar la posta como centrocampista
recuperador. Sin embargo, viendo los proyectos más ambiciosos de las grandes
selecciones a nivel mundial, Argentina carece de un volante de transición que pueda
sumar en el juego defensivo como aportar cuando el equipo ataque. Un Vidal, un Kroos...
Allí, el producto a pulir es Lucas Romero de Vélez Sarsfield. El volante, que se destacó en el
conjunto de Liniers, puede aportarle al mediocampo del Seleccionado Nacional
esa transición necesaria para enhebrar el ataque con la solidez defensiva que
se encontró en Brasil. Un tándem posible de trabajar en el día a día
actualmente, pensando en lo extenso de un proyecto mundialista, es el de Romero
– Kranevitter. Ambos juegan en el fútbol argentino con continuidad, y han demostrado
estar a la altura de sus respectivos desafíos, con inteligencia táctica y buen
trato de pelota. Hacerlos entrenar en conjunto, convocarlos para los próximos
amistosos y hasta citarlos para que adquieran experiencia en la Copa América,
podrían ser gestos que muestren que más allá del día a día, también se piensa
en lo que viene.
Analizando de mitad de cancha en adelante, tendremos la
misma calidad que hoy, aunque no la misma
explosión. Salvo alguna catástrofe
deportiva o física, el de Brasil no debería ser el último mundial de jugadores
como Lionel Messi, Sergio Agüero, Ángel Di María o Gonzalo Higuaín.
Uno no puede hacer futurología pero si acudir a la lógica, a
Messi y Di María se los debería imaginar como
posibles estrategas, sobre todo al 10, quien a medida que pasan los partidos, decide
retrasarse más y jugar como armador, como ejemplo de esto, podemos tomar dos o tres
asistencias de lujo como la de Di María ante Bélgica o las de ayer mismo,
para Agüero, en dos ocasiones. Hasta el propio Luis Enrique imagina a Lionel de
armador en el Barcelona, por eso la contratación de Luis Suárez para llevar la
presión de ser el hombre gol.
Es imposible saber si
se llegará a Rusia con el mejor jugador del mundo, como se llegó a Brasil; aunque bien vale la pena arriesgar que se llegará con el mejor armador de juego, y eso
puede ser una noticia más que positiva.
Yendo a la finalización de las jugadas, tanto Agüero como
Higuaín pueden ser considerados como ‘9’ de área, con Sergio entrando un poco
más en juego. El recambio en aquella posición, hoy no tiene un claro panorama.
De hecho, en la lista de 23 no había un suplente nato de Gonzalo, y quienes
eran considerados delanteros –Lavezzi/Palacio- no pueden ser analizados como opciones de recambio que plantea el
futuro. Como posible centro delantero aparece Mauro Icardi, de tremendo futuro aunque
en el presente más involucrado en problemas extra-futbolísticos más que en su
trayecto deportivo.
En ese sector de la cancha, es donde se deberá afrontar el
otro gran desafío. No aparecen en la actualidad, jóvenes de 21, 22 o 23 años
que se destaquen por sus cambios de ritmos, sus gambetas o sus momentos
goleadores. Faltan 4 años, y no quiere decir que no aparezcan, pero a excepción
del delantero del Inter mencionado en el párrafo anterior y de lo que supone la
promesa de Ángel Correa (más por promesa que por realidad), no hay –o no se
divisan- indiscutibles. La promesa/realidad de Erik Lamela, y su historia de
juego, lo centra más en el armado de juego que en los últimos 20 metros, aunque
también puede colocarse como promesas a futuro que desequilibren en ofensiva.
El estilo por
sobre los nombres
Claro está que más allá de los nombres propios dentro de la
cancha, lo importante será consolidar un trabajo a mediano / largo plazo con el
objetivo de armar un plantel para el próximo Mundial (y por qué no el otro) que
esté a la altura de la circunstancias, como el que acaba de finalizar Brasil 2014.
Messi seguramente será más conductor |
La derrota con Alemania, tercera consecutiva, es la que nos
debe hacer ver más allá. ¿Cómo es
posible tropezar con la misma piedra tres veces seguidas? La
explicación de que son mejores no alcanza. Además
de la riqueza natural en su técnica, atrás de la actual selección Germana
existe un proyecto consolidado, con proyección de juveniles que terminan llegando a
la Selección mayor con el paso del tiempo. Puede ser un buen ejemplo para
volver a 2007 y retomar las riendas que abandonamos para darle paso a un
proyecto que sólo sirvió para que el hijo del Presidente de AFA sea DT de la
Selección Argentina más importante después de la absoluta.
El posible alejamiento de Sabella, y la posible llegada de
Martino, no alejaría al Seleccionado Nacional de la línea trazada hasta el
momento. Podemos catalogar a Tata como
un entrenador un tanto más ofensivo, aunque bien vale recordar el partido de su Paraguay ante España, en Sudáfrica
2010, donde el conjunto albirrojo fue una clara muralla defensiva. Es decir,
tranquilamente puede continuar con el tan buscado equilibrio aunque apostando a otro estilo para “defender mejor”.
En caso de que Sabella continúe, sería gratificante ahondar
en otro tipo de variantes ofensivas para terminar de formar el equipo que
apareció durante el Mundial. Sin la locura de matar o morir que fuimos en las Eliminatorias –aunque bastante bien
nos fue- pero tampoco siendo la Selección con nula generación de juego
colectivo que se mostró en los últimos tres encuentros del mundial que acaba de
terminar. Está claro que de lograrlo,
estaríamos en presencia del equipo –casi- perfecto. ¿Es imposible? Para
nada. Alemania, de hecho, parece serlo. Más allá de algunos errores puntuales,
el funcionamiento colectivo, la potencia física y la técnica individual de los
alemanes los transforma en el mejor equipo que representa a Selecciones
Nacionales del mundo. A excepción de la última arista, el resto de los factores
que transforman al team Germano en un
verdadero equipazo, son trabajables. La arista mencionada, es la del talento.
En nuestro país, eso sobra.
El subcampeonato argentino arroja certezas, traza caminos y
deja lecciones. Lo colectivo como primordial, parece ser la frase más utilizada
de la nueva Selección. Los 25
millones de dólares que embolsará la AFA como premio al gran mundial realizado
por los muchachos, deberían ser un
piso más que interesante para apostar por una revolución interna dentro de
nuestras categorías menores. Con mayor infraestructura, con mayor organización
para captar juveniles del interior y motivarlos
para que lleguen a Primera División. En resumen, para que el segundo puesto
de Brasil 2014 no tarde otro cuarto de siglo en repetirse.
Muchas gracias, a los jugadores ♪♫ |