Gerardo Martino, en su presentación como DT de Argentina | Foto: AFA |
El pasado jueves 14 de Agosto, Gerardo Daniel Tata Martino fue presentado oficialmente
como entrenador de la Selección Argentina. Tras un año negativos en resultados
deportivos durante su periplo por el Barcelona, el ex DT de Newell’s aceptó la
propuesta de la AFA para ser el sucesor de Alejandro Sabella y encabezar un
proyecto integral, juveniles incluidos, con vistas al mundial de Rusia 2018.
Desde Fulbito Lírico analizamos como
puede ser la nueva Selección: La
adaptación al estilo del Tata, la
probable inclusión de nuevos jugadores y la integración de los juveniles con
vistas al largo plazo.
El desafío de reemplazar a Alejandro Sabella al mando de la Selección Argentina, no representa para Gerardo Martino una exigencia doble. La llegada del Tata al conjunto subcampeón del Mundo,
termina obteniendo un consenso social, periodístico y dirigencial casi absoluto
dentro de nuestro país. Los próximos cuatro años le permitirán al ex DT del Barcelona plasmar un proyecto íntegro
dentro de las estructuras futbolísticas de la AFA.
Junto a sus ayudantes Jorge
Pautasso, Adrián Coria y Raúl Marcovich, más la preparación física de Elvio Paolorosso y Manuel Alfaro,
Martino intentará imprimirle su sello a un equipo que logró ganarse el cariño
de la gente a través de un esfuerzo formidable durante Brasil 2014 pero no tanto por la vía del fútbol protagonista. Lo aclaró en la rueda de prensa de su
presentación: “Mis equipos no siempre han jugado de la misma manera, yo soy de
los que creen que un entrenador debe tener un abanico de posibilidades, aunque
está claro que nos gustó mucho lo de Newell’s
y está claro que habernos insertado en el Barcelona también siguió por esa
línea, por lo que ojalá podamos lograr algo similar”
La frase del Tata esconde
un deseo, pero también un anticipo. Se pregonará un estilo de fútbol que valore
la posesión de la pelota, que logre
triangulaciones en varios sectores de la cancha, que sepa romper por afuera,
pero también por adentro. Que presione en el campo rival, y que cuando tenga
que salir desde el fondo, lo haga con la pelota al piso, con el volante central
recibiendo casi a la altura de los centrales, y que a su vez, tenga tres o
cuatro opciones diferentes de pase: ambas bandas, con la proyección de los
laterales, y el interior, con los volantes creadores de juego.
Ilustración: Sebastián Domenech |
Sin embargo, si agarramos el ideal que Martino pregonó en la
conferencia de presentación, nos quedamos con las características mencionadas
anteriormente, y para que ellas puedan llevarse a cabo, en la actual plantilla
de la Argentina, habría que pulir algunos detalles que pueden resultar
determinantes.
La primera gran distinción que tuvo el estilo de Newell’s,
fue la salida desde el arquero, con pelota dominada y constante interacción con
el juego, siendo éste uno más dentro de la defensa, y en muchos casos jugando
de líbero. Vital resultó el cambio de portero que Tata realizó luego de su primer torneo al mando de la Lepra. El ingreso
de Nahuel Guzmán le otorgó al elenco rosarino un primer pase certero desde la
raya de fondo, y su participación en el juego constantemente.
El actual dueño del arco del Seleccionado, Sergio Romero, no
se destaca justamente por su gran juego con los pies. Es desde allí, donde
surge la principal duda para no asegurar con ojos cerrados su titularidad
durante el ciclo Martino. Un candidato que comienza (o comenzará) a surgir
naturalmente para el puesto, será Oscar Ustari, quien con su llegada a Newell’s
obtendrá la continuidad que necesita para demostrar las virtudes que en su
momento lo llevaron al Mundial de Alemania con tan solo 19 años. Además de ser
un gran amigo de varios players de
renombre del actual plantel, Ustari siempre se ha destacado por su gran dominio
de pelota y su pegada. Hoy por hoy, resulta el candidato ideal para el puesto pensando
en el ADN Martinista.
Otro de los detalles futbolísticos que habrá que observar
detenidamente será la formación del mediocampo, aunque desde el prejuicio uno
considere que continuará la idea del doble pivote de contención y la rápida
transición de Di María por el sector izquierdo. Si la idea finalmente mantiene
a la posesión de pelota como la máxima principal, quizás la posición de Di
María resulte otra, incluyendo un centrocampista ofensivo de más tenencia de
balón en el trinomio de la línea media.
Sin embargo, el menú más apetecible del proyecto Martino
2018, resulta su inevitable incursión en las estructuras juveniles de AFA. Luego
del proyecto que inició José Pekerman y culminó Hugo Tocalli en 2007, las
selecciones juveniles no se concentraron bajo un proyecto claro y determinado.
Más bien, terminó reinando la improvisación. El DT se encargó personalmente de
aclararle a la dirigencia de AFA su intención de tomar el cargo de
Seleccionador, siempre y cuando a partir de Octubre de 2015 sea él quien tenga
el poder de decisión sobre las estructuras juveniles más próximas a la
Selección Mayor.
Con los Juegos Olímpicos de Rio 2016 en el horizonte, la
idea de Martino es inculcar su estilo de juego también en esa Selección sub 23
que le permitirá entrenar y ojear a varios jugadores que pueden llegar a Rusia
2018 con una edad más que interesante para aportarle soluciones a la Selección
mayor. Seguramente allí ingrese lo que se reclamó desde este espacio: el trabajo con jóvenes que prometen y que seguramente en un futuro
tengan su lugar en el seleccionado argentino.
Dentro de dicha estructura, también ingresa el Seleccionado sub20,
actualmente en manos de Humberto Grondona pero que seguramente, a partir de
octubre 2015 tenga a su mando a Jorge Theiler, hombre de confianza de Martino y
parte vital de la estructura que se comenzó a formar en Newell’s en los últimos
años con El Flaco como coordinador de
divisiones inferiores.
Justamente, desde esta estructura que planea consolidar
Martino, seguramente surgirán los nuevos valores que Tata necesita para plasmar su estilo de juego en la base de la
actual Selección. Será allí donde Martino experimentará
con algunos jóvenes como Mauro Icardi, Juan Iturbe, Lucas Ocampos, Lucas Romero,
Matías Kranevitter, Emanuel Mammana o Luciano Vietto; todos con tremendo
potencial como para lograr incorporarse en un futuro a la estructura de la
Selección absoluta.